Por: Nataly Gómez
El metal sinfónico de Therion abarrotó la Plaza de Aranzazú el sábado por la noche durante el octavo día del festival “San Luis en primavera”.
Desde temprana hora, el ambiente estaba cargado de emoción y expectación mientras el público aguardaba impaciente la llegada de Therion, en uno de los eventos más esperados del festival, convirtiéndose en el evento más multitudinario en Aranzazú, al grado de obligar al cierre de la calle Independencia.
Antes de que las luces se encendieran y los acordes llenaran el aire, la banda local “Tu Mama” hizo vibrar el escenario con su energía, dejando un eco de nostalgia entre los asistentes al bajar del escenario, marcando el inicio de un espectáculo que prometía ser inolvidable.
La mera mención de Therion había desatado un frenesí desde el momento en que se anunció el concierto, con agencias de viajes organizando excursiones especialmente para este evento único. Sin embargo, incluso entre la emoción, la avaricia se hizo presente, con rumores de estafas y accesos VIP falsos circulando entre los fans, lo que llevó a las autoridades a intervenir y asegurar que el evento sería totalmente gratuito y así gatantizar una experiencia justa y auténtica para las y los presentes.
Las calles se llenaron desde las primeras horas del sábado, con seguidores llegando desde la Ciudad de México y diferentes rincones del país. Una marea de personas comenzó a inundar los alrededores de Plaza Aranzazú, transformando las calles en un desfile de creatividad y pasión por el metal.
Entre la multitud se podían ver rostros pintados al estilo “Corpse paint”, peinados altos y una variedad de atuendos que reflejaban la estética rebelde del género: botas militares, chaquetas de cuero adornadas con remaches, muñequeras de pinchos, medias de red, y una profusión de prendas negras que se fundían con playeras estampadas con nombres de bandas legendarias del rock y el metal.
El fervor de los fans era palpable en el aire, mientras esperaban ansiosamente la apertura de las puertas del recinto, aunque la abrumadora afluencia de personas llevó a las autoridades a tomar medidas de seguridad adicionales, cerrando los alrededores de Plaza Aranzazú antes incluso de que comenzara el concierto, en un esfuerzo por gestionar la gran cantidad de asistentes que acudieron al evento.
Therion hizo su entrada triunfal ante un público eufórico y entregado. La energía en la atmósfera alcanzó su punto álgido mientras la banda desataba un torrente de clásicos como “Birth of Venus Illegitima”, “Son of the Staves of Time” y “Cults of the Shadow”, llevando a los asistentes a un viaje sonoro inolvidable.
Entre los rugidos de la multitud, un nombre resonaba con particular insistencia: Lori Lewis. Los fans, emocionados por la presencia de la talentosa vocalista, clamaban por su participación, añadiendo una capa de fervor aún mayor al ambiente.
Entre melodías, el público entonaba el icónico cántico de “Olé, olé, olé, Therion, Therion”, inundando el recinto con un sentimiento de pertenencia para hacer sentir a la banda como en casa.
El bajista Chris David y los guitarristas Christofer Johnsson y Christian Vidal fueron aclamados por la multitud en cada movimiento, recibiendo una ovación que sacudía el recinto y resonaba entre los presentes.
La conexión entre la banda y su audiencia alcanzó uno de sus mayores puntos cuando Thomas Vikstrom, en medio del fragor del espectáculo, tomó el micrófono para elogiar la espectacularidad de la ciudad y Rosalia Sairem compartió la emoción de los shows de este año por el regreso de Lori Lewis a la banda.
Sin embargo, fue la intervención del talentoso guitarrista Christofer Johnsson lo que realmente sorprendió y emocionó a las y los asistentes. Su presencia en el micrófono, raramente vista, causó un revuelo entre los fans, incluso por los que no son fans de la banda.
Con la última nota resonando en el aire, Therion descendió del escenario, desatando una vez más el fervoroso cántico de “Olé, olé, olé, Therion, Therion”.
La atmósfera pronto se transformó en una ovación unánime cuando la banda, acompañada por las autoridades, regresó al escenario. En un gesto de reconocimiento, Therion fue aclamado una vez más por su participación en el festival “San Luis en Primavera”, consolidando así su lugar en la memoria colectiva de la ciudad como parte de una noche épica e inolvidable.
Con sonrisas y gestos de agradecimiento, la banda compartió ese momento especial con aquellos que los habían acompañado en esa noche mágica, antes de tocar una última canción, y con cervezas en mano, dejar por última vez el escenario.
Los alrededores de la plaza permanecieron cerrados para permitir que la banda saliera del recinto sin contratiempos. Entre el murmullo de la multitud, Therion se abrió paso hacia el vehículo que los esperaba, pero antes de partir, se detuvieron para tomarse algunas fotografías con entusiastas fans y policías que aguardaban ansiosamente su momento.
Mientras tanto, el público, aún palpando la emoción del espectáculo, quedó atrás, con la certeza de que habían sido testigos de algo verdaderamente excepcional.