La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación 183VG/2025 por actos de violencia y tortura sexual atribuibles a la Secretaría de Defensa Nacional y a la Fiscalía General de la República en cinco estados, entre los que se incluyó a San Luis Potosí.
Tamaulipas, Morelos, Chihuahua y Michoacán son las otras cuatro entidades incluidas en la recomendación, y todos los casos ocurrieron entre 2010 y 2013.
En el caso específico de San Luis Potosí, a raíz de una queja presentada el 28 de marzo de 2024, se abrió el expediente CNDH/2/2024/4801/Q. La denunciante informó haber sido detenida en el año 2011 por elementos de la Sedena, y como resultado de las agresiones físicas que le propinaron los elementos militares, fue trasladada a un hospital para recibir atención médica.
En un dictamen en psicología elaborado el 15 de julio de 2013, en la sección “versión con relación a los hechos”, la víctima relató que el 22 de febrero de 2011, entre las 5:00 y las 5:30 horas, se encontraba dormida en una casa, cuando de pronto escuchó golpes. Al levantarse, la puerta se abrió y varios elementos vestidos con uniformes militares y armas largas irrumpieron en el inmueble.
“Al verlos, los agentes le ordenaron que se arrodillara y levantara las manos. Le preguntaron por algunas personas, a lo que respondió que estaba esperando a una persona. Fue en ese momento cuando comenzó a recibir golpes. Posteriormente, la llevaron al cuarto donde dormía, la arrojaron a la cama, la jalonearon de los cabellos y comenzaron a tocarla”, se lee en la recomendación.
La mujer explicó que cuando intentó apartar a los agentes que se le subían, comenzaron a golpearla en el estómago. “Fue en ese momento que les indicó que no le golpearan el estómago, ya que estaba embarazada. A lo que le respondieron que eso no les importaba y le advirtieron que más valía que el bebé no naciera. Luego, la levantaron de los cabellos y la llevaron a la sala. Después la subieron a una camioneta y, al pedir que la dejaran ir, le dijeron que se callara, advirtiéndole que, si no lo hacía, la matarían y la dejarían tirada afuera de la casa”.
De acuerdo con el relato, durante el trayecto, los militares le agacharon la cabeza y le reiteraron que se callara si no quería que la mataran. En el camino, la golpearon fuertemente en la cabeza mientras ella lloraba. Al llegar a un cuartel, le pusieron una venda en los ojos y uno de los militares comenzó a tocarle los pechos, mientras que otro continuó golpeándola en la cabeza. Luego, la subieron a otra camioneta y se percató de que había otra persona detenida y un niño. Después la hicieron abordar un avión, y durante el trayecto, recibió codazos en el estómago.
“Al llegar, la trasladaron a un lugar que parecía una escuela, donde le mostraron una fotografía de su hija que llevaba en su bolsa. Le dijeron que, si quería a su familia, debía cooperar y declarar que era contadora de una organización. Finalmente, fue trasladada a la entonces SIEDO”.
Tras la revisión de pruebas de los cinco expedientes, entre ellos el de los hechos ocurrido en San Luis Potosí, la CNDH acreditó las violaciones a los derechos humanos por parte de la Sedena y la FGR, por lo que emitió la recomendación que incluyó medidas de reparación del daño, así como de compensación y rehabilitación.