Sacar a relucir la edad fue inevitable ayer en la Plaza de Fundadores. El conocimiento amplio de letras y coreografías evidenció a aquellas personas que vivieron parte de su juventud en antros noventeros. Ayer, hubo quienes incluso acudieron en compañía de sus hijas e hijos y algunos más, que ya eran adultos cuando Arusha, Dulcinea y Arabaund estaban en su apogeo, igual asistieron al concierto de anoche. No quisieron perderse el show.
Desde antes de las tres de la tarde, ya algunas personas estaban sentadas en las sillas colocadas frente al escenario, y conforme avanzaron las horas, la plaza se fue llenando hasta las bocacalles.
Minutos después de las 8 de la noche, los acordes de “Suena tremendo” prendieron de inmediato el ánimo de los asistentes y muchos decidieron pararse de sus sillas para acompañar a Magneto, Kabah, Caló y JNS en el arranque de un concierto que duró más de dos horas.
Claudio Yarto, Maya Karunna, María Karunna, César Méndez y Gerardo Méndez se apoderaron después del escenario para moverse al ritmo de “El cubo”, mientras parte del público sacaba sus mejores pasos, esos mismos que muchas veces bailaron en los antros de la ciudad.
“La vida que va” fue coreada por miles de personas que con sus voces acompañaron a Daniela Magún, René y Sergio, integrantes de Kabah. Fue inevitable ignorar la ausencia de María José, Federica y Apio, quienes ya desde hace un tiempo decidieron enfocarse en proyectos personales, pero eso no influyó para que el ánimo se mantuviera arriba a lo largo del concierto.
Con la interpretación de “Entre azul y buenas noches”, Angie Taddei, Melissa López y Regina Murguía, de JNS saludaron al público e incluso “regañaron” entre bromas a parte del público que se mantenía sentado en una parte de la plaza: algunos sí por comodidad, pero muchas otras personas optaron por no pararse porque detrás de ellas había gente en silla de ruedas, aunque las ganas de sumarse a la fiesta masiva estuvieron siempre presentes.
En ningún momento del show hubo cambios de vestuario, pero sí se mezclaron las cuatro agrupaciones para acompañarse entre sí en las diferentes canciones. Así llegaron temas icónicos de Magneto, como “Mira, mira” y “Cambiando el destino”.
“Formas de amor”, de Caló; “La ilusión del primer amor”, de JNS y “Mai mai”, de Kabah también formaron parte del repertorio que algunos funcionarios como Christian Azuara y Margarita Hernández Fiscal disfrutaron, dejándose llevar por las canciones “de sus tiempos”.
Ya cuando el ánimo de la gente estaba arriba, las hermanas Karunna hicieron una pausa en el recorrido musical noventero para dedicar el concierto a Silvia Galván, quien falleció hace apenas unos días. En cuanto una de las integrantes de Caló mencionó el nombre, desde atrás del escenario se escuchó cómo las otras integrantes del 90s Pop Tour se sumaban con gritos y aplausos al homenaje para “la estilista de las estrellas”. Ese momento fue aprovechado también para agradecer al Ayuntamiento la posibilidad de presentarse en San Luis Potosí.
Alan, Mauri, Elías, Alex y Tono provocaron que muchos asistentes encendieran las luces de sus celulares para acompañarles mientras cantaban “Malherido”, pero poco duró la tranquilidad, pues Caló prendió nuevamente al público con “Mambo Lupita” y “Capitán”.
JNS repasó también algunos de sus más grandes éxitos, como “Solo vivo para ti” y “Corazón confidente”, justo antes de que todo Fundadores se volviera una pista de baile gracias a la euforia con “Antro”.
Uno de los momentos más románticos de la noche llegó cuando miles de gargantas entonaron al unísono: “Cuando me entrampa la melancolía, vuelven esos inolvidables días, tu eres algo para siempre…”, esa canción que desde hace 34 años se convirtió en un himno.
Y mientras fotografías de las y los integrantes de los 90s Pop Tour con sus mascotas se mostraban en la pantalla, Kabah emocionó y conmovió con “Te necesito” un tema escrito para honrar al perrito de “Apio” luego de su fallecimiento. “Cómo te extraño…” fue la frase que apareció después del “collage” de fotos, al final de la canción.
“Ponte atento” y “No puedo más” demostraron a muchos de los asistentes que las letras “pegajosas” son difíciles ded borrar de la memoria, y después la temperatura subió hasta los “Cuarenta grados”. Las habilidades coreográficas, aunque algo mermadas, mantuvieron elevado el ánimo del público… que también ha resentido ya el paso de los años.
En “Al pasar” se extrañaron las voces femeninas, pero eso no fue impedimento para bailar y recordar aquellos overoles amarillos con los que Kabah se volvió tan popular en sus inicios.
JNS presentó una versión propia de “Bailando” y “Yo quiero bailar”, canciones que de inmediato fueron reconocidas por el público, que después también coreó: “Esta obsesión”.
Los celulares entre la concurrencia se multiplicaron cuando Daniela Magún preguntó: “Me ayudan?” y llegó el momento de “Vive”. Sí, muchos recordaron a “La Josa” en las notas altas, pero el talento de Daniela, sus compañeros del 90s Pop Tour y el público cubrieron esa ausencia, cantando a todo pulmón.
Tras una lluvia de serpentinas que sorprendió al público, Daniela Magún se acercó a la orilla del escenario y pidió un aplauso muy especial para Eli y Bianca, las intérpretes que transmitieron al público sordo todas las emociones vividas en el escenario. “¡Qué bárbaras, qué energía! Chicos, esto es para ustedes, nunca dejen de soñar”, dijo la integrante de Kabah para luego invitar al público a agitar las manos a modo de aplauso en lengua de señas.
El ánimo no decayó porque “Colegiala”, de Caló hizo bailar a gran parte de la audiencia, y después llegó JNS con: “Si vieras que quiero, que muero por un beso tuyo, por un gesto solo, solo: Pepe, no te has dado cuenta todavía que te amo…”
Quedaban aún dos temas que la gente esperaba, y el entusiasmo estalló cuando Alan dijo: “es momento de volar”, justo antes de que empezaran los acordes de la canción más emblemática de Magneto: “Vuela vuela”.
La fiesta noventera no podía estar completa sin una última canción que el público pedía a gritos. Así, ya con las cuatro agrupaciones en el escenario, las vialidades del Centro Histórico de San Luis Potosí se convirtieron en una “Calle de las sirenas” y miles de personas recurrieron a sus almacenes de recuerdos personales para revivir la clásica coreografía y, de paso, rememorar aquellas buenas épocas de hace tres décadas.
Terminado el concierto, no faltaron quienes encontraron caras conocidas cuando se empezaban a retirar de la Plaza de Fundadores, así como les ocurría cuando iban al antro. Las circunstancias han cambiado, pero el ambiente noventero se vivió como si el tiempo no hubiera pasado.