Luego de los comicios electorales en los que Arnulfo Urbiola Román consiguió la reelección como alcalde de Rioverde, las autoridades de ese municipio emprendieron supuestos operativos de supervisión que han derivado en las clausuras de negocios pertenecientes a excandidatos de otros partidos.
A través de las direcciones de Comercio y Protección Civil, la alcaldía ha visitado los establecimientos a los que señalan de carecer de licencias de uso de suelo. Con ese argumento clausuraron el restaurante del excontrincante de Urbiola, Antonio Castillo Govea, así como la distribuidora de alimentos y forrajes para animales, propiedad del excandidato a la diputación, Ramón Torres García.
Esos negocios llevaban décadas operando de manera legal y establecida, cumpliendo con los requisitos señalados en las leyes y reglamentos municipales.
Dichas clausuras han generado preocupación, debido a que esos negocios eran fuente de empleo de numerosas familias rioverdenses, mismas que ahora sufren afectaciones en su economía.