Iniciaron las campañas para la elección local y la temporada agarró tonos oscuros y textura rugosa . Aunque el Gobierno del Estado insista en ver un mundo suavecito y de rosa Barbie.
Ya lo advirtió el alcalde con licencia y candidato de Fuerza y Corazón por San Luis, Enrique Galindo, que va a subir la intensidad de las campañas. Razones hay para esperar que eso suceda.
El Ceepac, la autoridad electoral, no contribuye a la confianza en un proceso limpio, equitativo y apegado a la ley. Se ha tardado una eternidad en hallarle anomalías al registro de hombres como candidatas mujeres para burlar la paridad de género.
En Santa María del Río, una candidata verde favorecida por la falta de acuerdos de sus opositores para ir en alianza, hizo un arranque etílico de actividades promocionales. Consumo de alcohol como si fuera carnaval y bailongo con grupo musical, acabó en batalla campal. La autoridad municipal que permitió ese fiestón en el jardín principal, tuvo que hacer que su policía disparara armas largas para contener a la multitud.
La alcaldía culpó de todo a una sola persona, a la que también señaló como “priista”.
En Tierranueva, intercambio de insultos entre los bandos que por fortuna no pasó a mayores. Hasta Óscar Bautista, conchudo y experimentado, la pasó mal en Guadalcázar, donde un nutrido grupo de comisariados ejidales le reclamó promesas y negocios incumplidos. En Ciudad Fernández, un sujeto chocó el auto de la candidata de Nueva Alianza a la alcaldía, directo, como si lo buscara. Impacto y huída.
Apenas comenzar la actividad proselitista, en 48 horas se fue al doble el número de candidatos y candidatas que pidieron medidas de seguridad.
Pero el secretario general de Gobierno sale a declarar muy adusto que en San Luis no hubo incidentes ni roces, que todo es dicha y tranquila felicidad. Lo desdijo López Dóriga en su cuenta de X, con videos de la riña en Santa María.
Como si a gritos y negaciones se resolviera todo.
Hay clima en varios municipios y mar picado. Si no lo ve la autoridad, que luego no busque culpables de lo que pueda venir.