Fotos y texto: Nataly Gómez
Sabino iluminó con su talento y energía la Plaza de Aranzazú durante el concierto que ofreció en el festival “San Luis en primavera”.
Desde las 9:00 horas, las y los fans de Sabino llegaron a orillas del escenario para apartar su lugar para el concierto que el artista ofreció la noche de este jueves en San Luis Potosí.
Todos anhelaban su presencia. Antes de él, Drezz. R. fue quien subió a la plataforma, irradiando la energía desde el Cerro de la Silla. Su actuación fue un torbellino de emociones mientras entregaba cada verso y lanzaba miradas cómplices al público, como si cada palabra fuera dedicada a una “ella” especial en su vida.
Entre canciones como “Homies”, en la que arrojó playeras a la multitud y la misteriosa “Doctor” que aún no ve la luz, Drezz. R. recordó que los sueños son alcanzables.
Después, los gritos de “¡Sabino!” resonaron con insistencia en el aire, mezclados con otros como “¡Baterista!”, “¡Tuba!” y “¡Trompeta!” dirigidos al “Crew” de Sabino.
Finalmente, cuando las luces volvieron a iluminar la plataforma, fue Sabino quien apareció en el escenario, envuelto en el misterio de su máscara, con una sudadera regalada al llegar a San Luis y el ritmo de “Sab hop”. Su presencia desató un frenesí entre la multitud, que coreaba cada una de sus canciones con devoción.
Con canciones como “Pregúntale a mis ex” y “El peorcito” Sabino tejió historias de amor, desamor y la lucha cotidiana, conectando con la audiencia a un nivel emocional profundo.
Entre los acordes que resonaban en el alma del público, Sabino contó historias como “Colorín colorado”, y “¿Vaquerer?”. Con “Me puse pedo”, “Toda la noche” y “La magia” encendió la euforia colectiva, invitando a todas y todos a sumergirse en la noche con pasión y desenfreno.
Sin dejar espacio para el silencio, Sabino continuó su viaje musical con una selección de canciones que abarcaban todo el espectro emocional. Desde la sátira de “Todo se me resbala” hasta la melancolía de “Ajenos” y el sentimiento de amor y admiración en “Diamante”, cada nota era un reflejo de las complejidades de la vida.
Con “EGO” y “El día de tu muerte”, exploró las profundidades del alma humana, desafiando al público a confrontar sus propias sombras. Luego, con “Como lo marca el manual” y “Tu look”, ofreció una dosis de ironía y autenticidad, mientras que “Guapa!” y “Única testigo” celebraban la belleza en todas sus formas.
En medio del éxtasis del concierto, Sabino también entonó “Mariposistas” y otras canciones, como “Mi vida es mejor”, en la que invitó al público a encender las lámparas de sus celulares, transformando Aranzazú en un mar de luces brillantes que iluminaron la plaza y sus alrededores por completo.
Con “Jalo”, mantuvo el ritmo frenético de la noche, haciendo vibrar a todos los presentes. Luego, interpretó “Me puse pedo” con una energía renovada, antes de descender del escenario momentáneamente. Sin embargo, su ausencia fue breve, ya que regresó para interpretar “Tú”, mientras el público le gritaba “¡mucha ropa!” y le lanzaba un sostén como muestra de admiración y apoyo.
La conexión entre el artista y sus seguidores era palpable en cada gesto, en cada nota, creando un momento único e inolvidable.
El momento culminante llegó cuando Sabino interpretó “Película”, uno de sus mayores éxitos, desatando el grito que lo hizo viral: “¿Qué quería Sabino, mamá?” El público lo coreaba con fervor mientras él descendía del escenario, pero para sorpresa de todos, regresó sin camisa para entonar “Nuevequince”, elevando aún más la temperatura del lugar.
Poco después, el presidente municipal Enrique Galindo Ceballos y el director de Cultura, Daniel García Álvarez De la Llera se unió a él en el escenario para otorgarle un reconocimiento por su destacada participación en el festival “San Luis en primavera”. En un gesto simbólico, Sabino hizo referencia a su canción más reciente, “Colibrí”, destacando la figura representativa del festival, mientras el público estallaba en aplausos y vítores por su merecido reconocimiento.
Para cerrar la noche, Sabino cautivó al público con “Date cuenta”, otra de sus canciones más famosas. Con “Conmigo Siempre”, Sabino descendió del escenario, dejando a la multitud en un estado de euforia y gratitud.
Su presencia iluminó el festival “San Luis en primavera” con su talento, su energía y su pasión por la música. El legado de Sabino en ese escenario perduró mucho después de que las luces se apagaran y la multitud se dispersara, con fans regresando al escenario para tomarse la fotos del recuerdo y llevándose en el corazón ese momento mágico en que la música y el alma se fundieron en un solo latido.