La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación a la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado de San Luis Potosí, por actos de tortura cometidos en el año 2012 por elementos de la Secretaría de Marina, de la entonces Policía Federal y de la entonces Policía del Estado de San Luis Potosí.
La recomendación 151 VG/2024, dirigida a José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina; Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, y Guzmar Ángel González Castillo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado de San Luis Potosí se deriva del expediente CNDH/2/2023/6123/VG.
En el documento se detalla que aunque los hechos ocurrieron en octubre de 2012, los actos de tortura no están sujetos a plazos.
La queja de la víctima -quien enfrentaba acusaciones por presunta delincuencia organizada, contra la salud, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y lo que resulte- fue presentada el 16 de marzo de 2023. En ella, detalló que se le sometió a actos de tortura durante su detención el 6 de octubre de 2012 por elementos de distintas corporaciones.
En su inconformidad y en el relato ante el perito médico forense, la víctima explicó que salió de casa de su abuela, alrededor de las 19:00 horas del 5 de octubre de 2012 y observó un operativo policial. “Fue detenido y subido a un automóvil con su camisa puesta hacia la cabeza; lo llevaron a un lugar donde le vendaron los ojos por lo que no podía ver dónde se encontraban y las personas que lo tenían detenido le dijeron que no eran policías sino marinos”.
Agregó que fue golpeado en los testículos, los muslos, la espalda, el pecho, los oídos y las plantas de los pies, además de asfixiarlo con una bolsa de plástico en la cabeza y amenazarlo.
Aseguró que mientras era agredido le hacían preguntas sobre presuntos hechos relacionados con delitos. “Por momentos no era agredido hasta que escuchaba que decían traigan ‘al gordo’ percatándose que se trataba de él y de nueva cuenta lo agredían”, se lee en la relatoría incluida en la recomendación de la CNDH.
La puesta a disposición fue firmada por dos elementos de la Marina, dos de la entonces Policía Federal y dos policías del Estado de San Luis Potosí.
Aparte, la Semar detalló en su informe que el 6 de octubre de 2012, aproximadamente a las 4:00 horas, elementos de esa dependencia, en operativo conjunto con personal de la entonces Policía Federal y de la Policía Estatal de San Luis Potosí, al circular sobre la calle de Vista Hermosa de la colonia Jardín observaron a dos sujetos discutiendo en la calle, “uno de ellos portaba un arma larga que aventó al automóvil cuando se percataron de la presencia de las personas servidoras públicas; dos personas más se encontraban al interior de un vehículo estacionado, a las cuales el personal naval les pidió su cooperación para efectuarles una revisión; una de ellas era V (el denunciante), a quien le encontraron entre su ropa una bolsa de plástico con bolsitas conteniendo lo que parecía droga”.
En el informe de la puesta a disposición, la Marina detalló que, al momento de su aseguramiento, las personas entre las cuales se encontraba el quejoso manifestaron pertenecer a una organización criminal, por lo que realizaron las acciones necesarias para trasladarlas vía aérea a la Ciudad de México.
En lo que respecta a la Policía Federal y la SSPCSLP, ambas negaron tener registro del involucramiento de sus elementos en la mencionada detención, pero después de que la CNDH les hizo llegar el documento de la puesta a disposición firmada por elementos de ambas corporaciones, reconocieron su participación en el operativo, pero afirmaron que únicamente brindaron seguridad perimetral durante los hechos
Lesiones, “por un tropiezo”
Respecto a las lesiones que presentó el denunciante, la Marina aseguró que éste fue presentado en la SEIDO en las mismas condiciones en que se encontró al momento de su aseguramiento, “es decir, sólo con una lesión de 1cmx1cm por ‘tropezar’, y proporcionó copia del certificado médico naval”.
Sin embargo, en la revisión médica realizada en la entonces PGR se encontraron evidencias de que había sido golpeado en los testículos, pies y oídos, pues presentaba lesiones en plantas de los pies, así como el aumento de volumen en el testículo derecho y lesión en región retroauricular derecha, entre otras.
Asimismo, el perito adscrito a la entonces PGR concluyó en su parte médica: “analizando todas las documentales [médicas] se desprende que no existen elementos para pensar que V haya presentado algún tipo de oposición y/o enfrentamiento o bien haya intentado darse a la fuga durante la detención realizada por los agentes aprehensores y por lo cual se hubiera tenido que utilizar el uso de la fuerza para su detención”.
Y aunque la SSPCSLP indicó que sus elementos únicamente proporcionaron seguridad perimetral durante su detención, la CNDH recalcó que desde un enfoque en derechos humanos, existe una responsabilidad individual e institucional derivado de su posición de garante y su deber reforzado de protección.
La CDNH concluyó que hubo un maltrato deliberado contra el detenido, el cual consistió en golpes en el cuerpo, genitales, oídos y en la planta de los pies, asfixia seca, ahogamiento, limitación prolongada de movimientos y amenazas.
Asimismo, el organismo defensor de los derechos humanos consideró preocupante una probable intervención y participación de profesionales de la salud en los actos de tortura en su contra, lo que no sólo vulnera derechos humanos, sino también resulta contrario a la ética médica, pues una médica naval que participó en los hechos de tortura, realizó una certificación médica al denunciante, en la cual asentó solo una lesión, mientras que en la certificación médica realizada con motivo de la puesta a disposición en la entonces PGR, se refirieron múltiples lesiones en la anatomía corporal del detenido, quien además aseguró que una mujer a la que identificó como una doctora lo revisó en el lugar en el que se encontraba y “dijo que estaba bien, que todavía aguantaba”.